viernes, 28 de noviembre de 2008

López Rodríguez arremete contra Robert Fannin


Dice EE.UU. no tiene calidad moral para opinar sobre los problemas internos

La lucha contra la delincuencia no se ha perdido

SANTO DOMINGO.- El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo que Estado Unidos no tiene calidad moral para inmiscuirse en los problemas del país, a propósito de las declaraciones del embajador de Estados Unidos , Robert Fannin, que cuestionan el estado de derecho, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.


"Todo el mundo sabe en la República Dominicana cuál es mi forma de pensar sobre eso. Estados Unidos son los principales que han tenido problema... y reclamando problemas de narcotráfico que se controlen, en fin todo el mundo sabe mi posición sobre eso", agregó.


En otro orden, reiteró que aunque la Iglesia Católica siempre ha insistido en el desarme no es el momento oportuno, porque los ciudadanos no encuentran la garantía por el grado de delincuencia que azota el país.


"No es el momento adecuado para una campaña de ese tipo... Si las autoridades no tienen todavía la capacidad para dar una respuesta adecuada, en ese caso el derecho a la legítima defensa nadie lo puede discutir", agregó.


En cuanto a la delincuencia dijo además que no se puede decir que la lucha se ha perdido, pero que las autoridades tienen que acudir en defensa de la población para no dejar el campo abierto.


El prelado respondió de esa forma al ser cuestionado sobre la decisión de la Secretaría de Interior y Policía de prohibir durante la temporada navideña, el porte de armas de fuego a la población civil, con la finalidad de "reducir la criminalidad y propiciar la convivencia sin violencia".


López Rodríguez ofició una misa de acción de gracias, en La Catedral, con motivo de la clausura del Sexto Encuentro de Pastoral Penitenciaria Latinoamericana, llevado a cabo en La casa San Pablo.


Como resultado de ese encuentro, los participantes consideraron que el Gobierno debe priorizar la inversión de la educación pública de calidad a fin de cambiar el modelo de sociedad.


"Tenemos el triste privilegio y paradójicamente la gracia de ser testigos de que la inmensa mayoría de las cárceles de nuestro continente son recintos inhumanos, caracterizados por el comercio de armas, drogas, hacinamientos, torturas, crimen organizado y ausencia de programas de humanización", redactaron en el documento de resultados.

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